1. Ananda y serenidad
Desde Ananda somos plenamente conscientes de que, generalmente, las personas tendemos a buscar ayuda y dejarnos acompañar una vez que ya “no podemos más”, cuando estamos “al límite” o cuando “no tenemos herramientas” para gestionar una situación o gestionarnos a nosotros mismos.
Para nosotras, Ananda viene a significar algo diferente, implica desarrollar y alcanzar un estado de serenidad y satisfacción plena que se logra al conectar con tu yo interior y que transciende sobre el dolor emocional.
Nuestro propósito no es otro que acompañar a las personas a cultivar de diferentes formas cuanto más esta serenidad, a través de la cual poder transitar la vida, con sus respectivas luces y con sus respectivas sombras.
2. Qué es la serenidad y que implica
La serenidad no implica la ausencia de problemas, la serenidad tiene que ver más bien con desarrollar y alcanzar un estado de calma a través del cual poder lidiar, atravesar y transformar diferentes contratiempos que se presentan inevitablemente a lo largo de nuestras vidas.
Sabemos que estamos serenos cuando somos capaces de observar una situación con calma y, desde ahí, también podemos analizarla, ver qué necesitamos de ella y enfocarnos en la transformación más óptima para nosotros.
3. Qué beneficios tiene para la persona
Practicar la serenidad cuando no estamos atravesando situaciones complicadas nos ayuda, sin lugar a dudas, a interiorizarla de cara a cuando nos toque lidiar con situaciones más complejas o que puedan comprometer o hacer tambalear nuestro bienestar.
La serenidad guarda una estrecha relación con tu bienestar y tu salud a todos los niveles, físico, psicológico y emocional.
4. Emociones y serenidad
Los seres humanos nos caracterizamos porque todos tenemos emociones, sentimos alegría, tristeza, rabia, ira y asco, así como otras emociones y sentimientos más complejos y elaborados. Sin lugar a duda, generalmente hay emociones que nos gustan más que otras, todos querríamos sentir alegría y, sin embargo, si podemos evitar estar tristes a veces buscamos la manera de hacerlo…
Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué beneficios tiene para ti permitirte estar triste cuando toca estar triste? Permitirnos las diferentes emociones nos reconcilia con cada una de ellas, pero sobre todo con nosotros mismos, nos conduce a este estado de serenidad que comentamos.
A lo largo de nuestra vida buscamos “alcanzar la máxima felicidad”, queremos sentir esa alegría cuantas más veces y con cuanta mayor intensidad, sin embargo, la alegría es, como todas, una emoción transitoria, nos conduce a poder identificar qué necesitamos y qué nos hace estar bien, pero no podemos pretender estar siempre en esta emoción, todas son importantes y coherentes a los diferentes momentos de nuestra vida.
La serenidad, sin embargo, es un estado más permanente. Es la mejor medicina, pues guarda una estrecha relación con nuestra calidad de vida, tanto a nivel físico como psicológico/emocional.
Por ello, es y será uno de nuestros objetivos principales en un proceso personal y terapéutico.
5. “Tips” básicos que nos acercan a la serenidad
- Procura una estructura y hábitos de vida saludables.
- Conecta, valida y gestiona tus diferentes emociones. Pide ayuda si te resulta complicado.
- Desarrolla tu autoconocimiento.
- Procura una buena higiene de sueño y sueño reparador, permítete descansar.
- Cuida tu diálogo interno, eres y serás siempre tu mayor compañero.
- Supervisa tu red de apoyo, cultiva aquellas relaciones que más te acerquen a estar seguro y con las que más pertenencia sientas.
- Medita y conecta con la naturaleza.
